La Rabia Energía Tabú en el camino del Propósito de Vida
La rabia es una energía que a veces las personas no pueden ni siquiera nombrar, por lo que hablan de ella diciendo: “Estoy molesta”, “siento coraje”, “estoy enojado”, porque afrontar esta experiencia como propia cuesta trabajo. Y cuando se afronta es casi que se confiesa como rabia, odio, venganza o ira.
Con este texto quiero invitarlos a incluir esta experiencia en la cotidianeidad para naturalizarla, pues hablar de ella y tenerla en la consciencia lejos de expandirla, ayuda a transformarla, a tramitarla a través del pensamiento, alejándonos de llevarla a la acción.
Esta energía cuando se experimenta como rabia, es un estado primitivo basal, es una energía no evolucionada que está buscando transformarse para traernos sus bendiciones y que al permanecer como energía original, suele asociarse con densidad y oscuridad, por lo que quienes la experimentan fuertemente, suelen tener comportamientos destructivos.
Esta energía necesitamos limpiarla para que se recuerde sagrada, para que se recuerde fuego primigenio y así reconecte con su servicio invaluable y comience a ramificar.
Esta energía necesita desprogramarse de experiencias de dolor, vergüenza y exclusión, necesitamos sanar la culpa para pasar a merecer el perdón y así perdonarnos a nosotros mismos, entonces aprender a perdonar y hacer posible el cambio.
Necesitamos sanar el dolor y la tristeza que a veces están adheridos a ella, volviéndola confusa.
Este camino de transformación y maduración requiere valor, pues decidir confrontar este tema tabú no es fácil, pero luego de que lo atendemos él rápidamente ramifica, transformándose en: Fuerza, Vitalidad, Templanza, Sexualidad y Creatividad.
Sin embargo, a pesar de su ramificación, una parte de esta energía queda aún en estado primordial sagrado y presta el inmenso servicio de ayudarnos a defendernos, a protegernos, pero esto es realmente muy raro porque, aún en el mundo que vivimos, muy pocas veces en la vida se hace necesario atacar, huir o permanecer para salvar nuestras vidas, la mayoría de las veces esta reacción se da como resultado de la hiperreactividad instalada en nuestro cerebro por las múltiples programaciones de miedo a las que estamos sujetos.
Entonces te invito a poner en palabras esta energía, a romper el tabú de hablar de ella como si le hiciéramos daño a las personas al decir lo que nos molesta, a poner límite para no enredar a las personas en situaciones que irremediablemente van a llevar a que nos ataquen por ausencia de límites – estructura en las relaciones.
Cuando llevamos a alguien a que nos ataque, cuando le permitimos que lo haga, le estamos haciendo mucho daño porque la forma como se ve a sí mismo cambia tras saberse agresor.
Y sobre todo creo que se hace imperativo revisar nuestros lugares oscuros para hacernos cargo de manipulaciones, ataques pasivos agresivos o directos y truculencias a través de las que todos nosotros estamos vehiculando nuestro pasado personal, nuestro pasado ancestral y nuestro pasado álmico.
Revisar la sombra hace que nos liberemos de repetir ciegamente un llamado profundo a la venganza entre hombres, entre mujeres, de los hombres hacia las mujeres o de las mujeres hacia los hombres.
Este llamado ciego a la repetición se hace muy evidente sobre todo en la interacción entre víctimas y victimarios, pues el victimario ataca directamente y la víctima ataca soterradamente.
La Víctima escoge siempre los mismos patrones para fantasear controlar el trauma, pero más profundamente hay una fantasía de venganza que cada vez se confecciona con mayor elaboración, llevando a la otra persona a sentirse profundamente culpable, sin posibilidad de ser mejor y así merecedor del castigo “moral” que le propina la víctima, de tal manera que quien hace parte de este juego acepta el ataque al amor propio, a la valía, a la dignidad porque cree que lo merece.
Este es el ejemplo más importante con el que puedo llevarlos a comprender la necesidad del trabajo interior, de la revisión de la rabia y de la búsqueda de la verdad interior.
Cuando sanamos estas viejas heridas que sostienen atrapado nuestro poder, es tal la liberación de energía que damos un salto cuántico hacia el propósito, pues esta energía, que es la energía vital de la Tierra, nos acoge y nos guía en el camino del Propósito, recordándonos siempre que Somos Sagrados y que Nuestro Servicio al Existir es Absolutamente Necesario.
Confronta la oscuridad que llevas adentro y atraviésala porque al otro lado está la Creatividad, la Vitalidad, la Fuerza, la Templanza y la Sexualidad.
Con Amor,
Ana
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